La especialidad de Fisioterapia de suelo pélvico se va asentando cada día más. El suelo pélvico es el grupo de músculos y ligamentos que tienen como función evitar la caída visceral de los órganos situados en la zona pélvica: el aparato digestivo, el urinario y el reproductor. Para mantener la funcionalidad de esas estructuras es necesario que las paredes que las envuelven (musculatura profunda del abdomen, diafragma, musculatura lumbar y suelo pélvico) estén en condiciones óptimas.
Porque poniendo en forma la musculatura implicada y atendiendo a la correcta relación entre las articulaciones de la cadera y la sacroilíaca, vamos a prevenir y podemos tratar disfunciones que provoquen incontinencia urinaria, diástasis abdominal, dolor lumbar, etc.
Sí, la publicidad y una cierta visión sociocultural sobre el cuerpo de la mujer inculcan la normalización de estas disfunciones que acabamos considerando inevitables por la edad o por una patología. No sentir vergüenza y afrontarlas con una profesional, puede hacer que recuperemos nuestra calidad de vida.
A todas las mujeres: la que quiera prevenir, la deportista que realiza ejercicio físico de impacto (corredoras, jugadoras de baloncesto…), quien tras un parto le cueste recuperar su condición anterior al embarazo o cualquier mujer que al toser, reír, saltar, note alguna pérdida. Todas ellas se pueden beneficiar de la fisioterapia de suelo pélvico.
Ocuparnos de nuestra salud no debe limitarse a ir al médico cuando nos sentimos mal y tomar medicamentos para aliviar los síntomas de una dolencia. Se trata de integrar la armonía en nuestro día a día para que sea coherente con nuestras características personales y necesidades. Cada persona tiene su propio ritmo, sus gustos y es necesario prestar atención a todo ello.
A veces el ritmo de trabajo, las modas, la autoexigencia o las imposiciones externas más o menos sutiles nos desvían de nuestro propio camino y nos adaptamos a un estilo de vida dañino y poco apropiado para nuestro cuerpo.
Quizá ha llegado el momento de tomar las riendas de nuestra salud y proporcionarle los mejores cuidados posibles que acompañen un estilo de vida más acorde a nuestras necesidades. Con algunos pequeños cambios, conseguiremos grandes mejoras.
Una de las terapias más beneficiosas para bajar el nivel de estrés es el masaje. Regalarnos un masaje es cuidar nuestro cuerpo y mente de manera conjunta. Es darnos la oportunidad de recuperar parte del equilibrio perdido:
La cara y el cuello reflejan la tensión diaria a la que estamos sometidos. Con este masaje te sentirás en el paraíso, rejuvenecido, con la piel más viva, notarás ligereza en el cuello y aumentará el riego sanguíneo en el cuero cabelludo. Una delicia que te ayudará a descansar mejor.
Las manos y los pies son dos zonas muy castigadas de nuestro cuerpo a los que solemos prestar poca atención. Eliminar la rigidez en estas estructuras sobresolicitadas con un masaje profundo, te proporciona una experiencia única y sorprendente de ligereza y descanso.
El masaje de espalda además de cuidar los músculos, nos beneficia poderosamente porque moviliza la columna vertebral y la caja torácica, estructuras que protegen nuestros órganos vitales. Realizar maniobras con la presión adecuada, liberan tensión, relajan mente y cuerpo y facilitan la eliminación de toxinas.
Ocuparnos de nuestra salud no debería limitarse a ir al médico cuando nos sentimos mal o tomar medicamentos para aliviar los síntomas de una dolencia. Se trata de integrar la armonía en nuestro día a día para que sea coherente con nuestras características personales y necesidades.
A veces el ritmo de trabajo, la autoexigencia o las imposiciones externas más o menos sutiles nos desvían de nuestro propio camino y nos adaptamos a un estilo de vida dañino y poco apropiado para nuestro cuerpo.
Pero podemos bajar nuestro nivel de estrés recurriendo al masaje, una terapia ancestral que junto con el uso de aceites esenciales y plantas medicinales lleva ofreciendo, durante siglos, resultados incontestables para nuestro bienestar.
La cara y el cuello reflejan la tensión diaria a la que estamos sometidos. Con este masaje te sentirás en el paraíso, rejuvenecido, con la piel más viva, notarás ligereza en el cuello y aumentará el riego sanguíneo en el cuero cabelludo. Una delicia que te ayudará a descansar mejor.
Las manos y los pies son dos zonas muy castigadas de nuestro cuerpo a los que solemos prestar poca atención. Eliminar la rigidez en estas estructuras sobresolicitadas con un masaje profundo, te proporciona una experiencia única y sorprendente de ligereza y descanso.
El masaje de espalda además de cuidar los músculos, nos beneficia poderosamente porque moviliza la columna vertebral y la caja torácica, estructuras que protegen nuestros órganos vitales. Realizar maniobras con la presión adecuada, liberan tensión, relajan mente y cuerpo y facilitan la eliminación de toxinas.